Como la receta original lleva un poco de harina para darle más cuerpo hemos decido cambiarla por queso mascarpone, lo que también le da un punto extra de consistencia. Nosotros la hemos hecho con caldo para darle más sabor, aunque se puede hacer solo con agua.
Si queréis darle más volumen y restar calorías podéis hacer menos cantidad y añadir un poco más de caldo bien concentrado. Si por el contrario queréis poco volumen dejad que reduzca hasta que creáis conveniente.
Nosotros hemos usado queso gruyére, pero podeis cambiarlo por cualquier otro que os guste como el emmental, parmesano o incluso un mahones o uno de cabra siempre que gratine bien.
Siempre que cambiéis los ingredientes o las marcas de la receta aseguraos de volverlo a calcular todo correctamente.
Ingredientes 2:1
- cebolla 145gr
- aceite de oliva 20gr
- mantequilla 15gr
- mascarpone 10gr
- queso gruyére 10gr
- caldo de verduras o de carne 300ml
hoja de calculo
composición 2:1
- hidratos 15.08
- proteinas 5.34
- grasas 40.83
- calorias 442
- raciones 4.08
- calorías por ración 108.46
El único secreto para hacer una buena sopa de cebolla es la paciencia. Hay que cocinarla a fuego suave y dejar que la cebolla de poche sin prisa y sin que se queme.
Lo primero es cortar la cebolla en juliana.
En una cazuela calentamos el aceite y le añadimos la mantequilla y dejamos que se funda y se mezclen.
Añadimos las cebollas y salpimentamos. Dejamos que se cocine poco a poco, removiendo continuamente para que no se queme, hasta que la cebolla quede translúcida. Esto puede llevarnos hasta 30 minutos.
Ahora añadimos el caldo y lo dejamos cocer 20 minutos a fuego suave, o hasta que tenga la consistencia y volumen que queramos, rectificando de sal y pimienta si es necesario.
Añadimos el mascarpone y removemos hasta que se integre completamente.
Por último ponemos el queso gruyére rayado por encima y gratinamos en el horno a 220º durante unos 5 min .
Servimos bien caliente.
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